el por qué del título

Imagino que os extrañará el título del blog... no parece guardar relación con la profesión enfermera y éste es un soporte para hablar de temas relacionados con dicha profesión.

Os contaré que, pensando en el título, no se me ocurría nada ingenioso, y más bien me venían a la mente nombres relacionados con el mundo de la medicina natural, mundo que conozco bien pues estudié Naturopatía antes de empezar la carrera de Enfermería.
El nombre escogido es el de un alimento y además evoca la naturaleza: frutos del bosque. Por eso me pareció oportuno para el blog, porque mi inmersión al mundo enfermero está condicionado por la Naturopatía y mi idea es combinar los dos en mi futuro profesional.

Aún no sé cómo combinaré las dos profesiones porque, tristemente, en España la Sanidad Púbica no ofrece en su cartera de servicios los que integra la Medicina Natural pero, tiempo al tiempo, sólo hace falta mirar otros paises cercanos para ver hacia dónde nos dirigimos y Francia, Alemania o Reino Unido son referentes en este sentido.

Lo que me llevó a estudiar enfermería fue el anhelo de acercar la Medicina Natural a la población media, la que no puede costearse los servicios de un buen naturópata (que no suelen ser asequibles para un asalariado medio).

A los que no conocéis la Naturopatía os pido que no juzguéis antes de conocer qué es realmente. Hay un aspecto que perjudica gravemente el sector y es la falta de regularización de la profesión. Hubo un intento frustrado hace pocos años y de la mano de Marina Geli, pero todo quedó paralizado...hay demasiados intereses en juego.

El resultado de la falta de consenso para reglar unos estudios formativos en esta ciencia es que en la actualidad puedes entrar en la consulta de un "naturópata" que tiene colgado un diploma en su pared por haber cursado unos estudios de un fin de semana, o por el contrario en otra consulta donde el profesional ha estudiado cuatro años y ha hecho sus prácticas tuteladas... y no hay nadie que regule estas diferencias abismales!!!

Lógicamente, hay una gran desconfianza en la población, que es quien está desprotegida en un ámbito más que delicado, como es el de la salud. Es una vergüenza pero la realidad es que no faltan desaprensivos que aprovechan el desconsuelo y la desesperación de personas enfermas que ven en estos personajes y en sus falsas promesas una última esperanza a sus problemas de salud. 

Por si no conoceis la Naturopatía os diré (porque no encontrareis la definición en el diccionario ni tampoco en la página oficial de la Real Academia Española) que es la ciencia que trata la salud, las disfunciones y las enfermedades a partir de la naturaleza del paciente y con estímulos naturales. A diferencia de la alopatía o medicina convencional que trata por los contrarios (antiinflamatorios para la inflamación, analgésicos para el dolor, antipiréticos para la fiebre...), la naturopatía busca el retorno al equilibrio a través de los recursos naturales (alimentos, plantas, masaje, oligoelementos, frío y calor, homeopatía...) y buscando el origen de la disfunción para tratar la causa y no únicamente los síntomas.

Como es de esperar, tiene un campo limitado de acción, y está concebida como un estilo de vida, como unos hábitos saludables que te mantienen en equilibrio y te ayudan a restablecerlo cuando te alejas. Pero no es adecuado, o al menos no de manera exclusiva, en enfermedades avanzadas o de riesgo. En esos casos pueden ayudar, de manera colateral, a adquirir una mayor calidad de vida junto con el tratamiento convencional.

Es por eso que yo me visualizo en un CAP, porque entiendo que la visión de la Naturopatía es muy adecuada en un centro de salud primaria donde los usuarios van regularmente para chequear su estado, donde adquieren una confianza con su enfermera de referencia y donde se les puede ayudar a implicarse en su proceso de salud. Ese es un aspecto fundamental en la naturopatía: la implicación del paciente. Porque debe entender lo que le ocurre, el objetivo que nos marcamos (conjuntamente) y los cambios de conducta que se requieren para lograrlo. Hace poco en clase de Comunitaria nos hablaban del Método Precede para lograr modificaciones de conducta en los usuarios del CAP y es algo que yo ya había estudiado en Naturopatía, es algo básico para mejorar el estado de salud: identificar el área a mejorar, marcarte unos tiempos para hacer los cambios... es algo que me gusta y creo que en ese ámbito puedo aportar cosas muy positivas, porque he estudiado otra visión de la atención a la salud y porque por ejemplo, en las modificaciones de conducta, tengo la propia experiencia satisfactoria de haber dejado de fumar hace ya 6 años, aspecto del que me siento muy orgullosa.

Sé que es difícil acceder a una plaza en un CAP, también sé que es muy complicado lograr cambios de conducta y que es el sector de la Sanidad (la atención primaria) del que la población está más descontenta pero aún así es donde yo quiero llegar, al menos por el momento ese es mi objetivo. Aún no he hecho las prácticas en el CAP y puede que, una vez me sitúe al otro lado de la mesa, lo vea diferente... quien sabe... De todos modos, aunque no llegue a ser enfermera del CAP, la experiencia que tuve en el Hospital de Bellvitge, en la planta 19, fue plenamente satisfactoria, incluso llegué a dudar de si me gustaría más trabajar en hospital que en el ambulatoria... todo está por ver.

En las prácticas, y relacionando el mundo de la medicina natural con enfermería me sorprendió mucho un día que, entrando en una habitación de una paciente, me di cuenta de que al verme escondió una botellita que yo reconocí enseguida. Le pregunté por qué la escondía bajo la almohada y me dijo que no sabía cómo iba a reaccionar con la homeopatía y que no tenía ganas de broncas... yo me senté a su lado y le expliqué que no le iba a echar ninguna bronca, en absoluto, que yo había ayudado a echarse las gotas a una paciente que me lo había pedido después de una intervención por desprendimiento de retina. También le dije que yo estaba allí para cuidar de ella y que si a ella le hacía bien el tomar la homeopatía que adelante. Y que era importante que explicara a los profesionales de salud lo que tomaba fuera de lo prescrito por su médico, porque aunque en el caso de la homeopatía no hay interacción hay otras terapias naturales, como la fitoterapia, que sí pueden interaccionar y es muy importante que lo sepa el médico.
Ella se quedó muy parada y me dijo que ojalá todos fueran así de abiertos y comprensivos... Eso también es algo que no ayuda para nada a la Medicina Natural ni a los pacientes, la desaprobación por parte de según qué médicos y enfermeras que critican sin conocer  bien y que hacen que los usuarios se escondan, pudiendo provocar efectos desastrosos.

Si tuviera que pedir un regalo de reyes pediría la regulación de la Medicina Natural, por el bien del sector, por el bien del usuario, por el bien de la Sanidad que ahorraría más invirtiendo en prevención y cambios de estilo de vida y porque si se miran los estudios se puede comprobar que cada vez son más los que recurren a esta ciencia, día a día más evidenciada con estudios.